Nivel-EN-(-399)

De Los Backrooms Wiki


Canon Independiente
La página con el nombre de Nivel-EN-(-399) es una traducción y no se debe tomar como el canon de esta wiki.

Inicialmente, se creía que los Backrooms eran verdaderamente imposibles de escapar. Aquellos que entraban estaban condenados a quedarse aquí hasta morir, lo cual podría ocurrir en un número infinito de maneras. Inanición en La Ciudad, siendo devorado dentro del Nivel 666, el horror de que la cara de uno se desprenda cuando se vuelve uno con ellos... la lista continúa.

Pero luego llego el Nivel 399.

Imagínate, si quieres, la conmoción y la alegría en la cara de la primera persona, allá por 1989, que descubrió que podía regresar a casa. Imagínate la incredulidad, seguida de sorpresa, seguida de euforia que tiño los rostros de aquellos en el Nivel 1 cuando regreso para compartir las buenas noticias, una ola de felicidad que luego se extendió desde el principio hasta el final del infierno liminal—una ola que incluso impregnaba los rincones remotos, las piscinas interminables y los remansos ineludibles de este edificio de terror de varios niveles. Después de siglos, los atrapados finalmente pudieron escapar. Una sensación de esperanza. Una luz al final del túnel.

Pero, por desgracia, no todo es lo que parece en los Backrooms.



La historia de la risa final de los Backrooms comienza con algo pequeño, algo aparentemente insignificante—un botón. Pero, Wanderer, probablemente habrás aprendido que en los Backrooms, nada, ni siquiera las ventanas habituales, son lo que parecen.

El proceso de salir de los Backrooms a través de su Verdadero Final comienza con la parte más difícil—navegar por la retorcida casa del terror que es los Backrooms hasta que uno alcanza el Nivel 399. Allí, justo fuera de alcance, más allá de las puertas de cristal, está el paraíso de Los Frontrooms. Pero para llegar allí, tendrás que volver a descender al infierno de los Backrooms.

A menos que uno siga el ritual adecuado para utilizar el Nivel 399, cuando intente salir por las puertas de cristal, en su lugar entrará en uno de sus niveles más aterradores. Para evitar este horrible destino, primero deben demostrar su valía completando una serie de tareas. Estos se asignan en la "recepción" del Arcade a través de una pequeña ranura de madera en una hoja de papel indestructible. En esas hojas se pueden encontrar cosas como "Mata a un Sabueso", "Bebe Dolor Líquido y sobrevive", "Haz un Speedrun de los Backrooms" y más.

Junto con un pequeño botón rojo.

El propósito del botón es garantizar que uno pueda regresar al Nivel 399 una vez que sus tareas son completadas. Con una sola pulsación, se encontrarán de regreso en el Arcade, frente a los paneles de vidrio de tres pulgadas de espesor que los separan de sus mayores esperanzas.

Nadie ha podido descubrir todavía cómo funciona el botón, ya que parece irrompible por medios externos.

Pero incluso la tecnología más extraña y mágica puede destruirse desde dentro.



En matemáticas, el doble negativo significa positivo. Cuando se niega un número negativo, o si se va a restar de otro número, el negativo se vuelve positivo. Pasa del reino de los muertos al reino de los vivos.

Pero siempre será diferente.

Eso es exactamente lo que es el Nivel -399. Un doble negativo de su padre o una copia positiva de su pariente más famoso. Nadie puede saber realmente sin un viaje extenso si están en el doble negativo, porque el niño se parece casi perfectamente a su padre.

El botón es cómo acceder a él—o, mejor dicho, un botón roto. Se desconoce qué causa que un botón se rompa, ya que parece que simplemente… se rompen. Apenas hay cambios en el exterior—tal vez un tono de rojo ligeramente diferente, un chip microscópico en un lado— si es que directamente hay alguno. Parece ocurrir una vez cada veinte usos, pero la posibilidad de que se rompa parece aumentar con un uso más frecuente.

Solo si uno viaja lejos—quizás diez millas—en el Arcade Cambiado podrá ver las diferencias. Una cabina de juegos fuera de lugar, una versión fallida de Windows XP. ¿Pero quién viajaría tan lejos cuando podría perder su única esperanza de escapar? Y ahí radica la verdadera tragedia del Nivel -399. Porque, al igual que su padre, la recepción está dispuesta a aceptar tus tareas completadas.

Y está dispuesto a abrir las puertas dobles de vidrio para ti.



Ese es el truco más cruel conocido por el hombre. Es una copia casi perfecta de la realidad, un Subnivel de un Subnivel, por así decirlo. Es a lo que conduce el Nivel -399.

Se parece casi perfectamente al planeta conocido como "Tierra" y al universo en el que reside. Serás depositado dentro de esta falsa realidad justo en el "lugar" y el "momento" en el que te fuiste. Todos los que conoces están allí, junto con los miles de millones que no conoces. Todos ellos, todas copias llevando a cabo sus roles asignados en la vida.

O, al menos, la copia en la que se ha convertido.

Quien entre a este lugar permanecerá en los Backrooms, pero siempre creerá que está en los Frontrooms. Ellos no lo saben, pero han cambiado uno por otro. Están finalmente atrapados en el infierno del que intentaban escapar.

Y, con el tiempo, las copias de las personas que ingresaron a los Backrooms serán reemplazadas por personas reales que creen, como tú, que han regresado. Y así el nivel se conserva.

Se puede entrar, pero no se puede escapar sin abrirse a un mundo infinitamente peor. Porque una vida vivida en feliz ignorancia es mucho mejor que una vida vivida en interminable tortura, ¿no te parece?

Pero hay una salida.

Quien esté dentro de este horror inimaginable podría notar que él, y todos los demás, tienen una extraña reticencia a viajar. Aunque les parezca extraño, eventualmente el nivel se implantará en su mente, buscando preservarse.

Porque si uno viaja lo suficientemente lejos—a través del océano, digamos, o mejor aún, hacia las estrellas, notará que las cosas están visiblemente... fuera de lugar. Partes del mundo han desaparecido. Conduciendo directamente a El Vacío. Salta en uno de ellos y escaparás.

Un mundo de falsedad por una nada. Un universo de mentiras por un universo de locura—el dolor de saber que no hay nada que te vea y que si escapas, simplemente volverás al punto de partida. De vuelta a los Backrooms.

¿Pero verdad y dolor sobre dicha y mentiras? Esa es la pregunta.



Pero, a veces, el muro entre este nuevo infierno y el que "dejaste" se vuelve más débil.

Imagínate, si quieres, a ti mismo. Han pasado, oh, digamos cinco años desde que entraste y "saliste" de los Backrooms. Nunca le has dicho a tu familia—tu cónyuge y tus hijos—sobre tus jornadas—se reirán de ti o se preocuparán por tu estado mental. Es un ladrillo sobre tu pecho, pero es manejable.

Estas en un viaje—no muy lejos de casa, naturalmente, ya que viajar es muy peligroso. Digamos las Montañas Rocosas de Colorado. Tú y tu familia se hospedan en un hotel, uno que te recuerda, con un escalofrío, a otro. ¡Pero eso es cosa del pasado!

¿Verdad?

Es tu segunda noche. Acabas de regresar de un largo día de turismo y asombro. Desde que saliste, has amado las montañas—casi todos los demás lugares en la tierra estarán asociados para siempre con la versión retorcida y oscura de sí mismo acechando en la irrealidad.

De repente lo oyes. Un grito. Tu hija, en la habitación de al lado, grita de terror. De repente, los gritos cesan, con un crujido aterrador. Estás terriblemente asustado. ¿Qué ha pasado? Corres hacia la puerta que separa tu cuarto y el de tu cónyuge del cuarto de los niños. Estás inmensamente agradecido de que tu hijo se acostara contigo. Pero la puerta no se abre. ¡Malditos niños!

Corriendo por la puerta, sin importar haber dejado tu tarjeta de acceso en tu habitación, giras con una velocidad que no sabías que tenías, tu arma—una querida reliquia de tus viajes—en tu mano, cerrada y cargada, sin el seguro puesto. La puerta esta cerrada con llave—le disparas y la derribas a patadas, desperdiciando munición preciosa. Puedes escuchar a otros residentes en el pasillo gritando, diciendo que hay un tirador aquí, llamando al 911. Pero no te importa lo que los demás piensen. Solo quieres asegurarte de que tu hijo esté sano y salvo.

Irrumpiendo en la habitación, no estás seguro de qué esperar. Pero no. No es un asesino ni ningún otro canalla que vino a quitarle la vida a tu hija. Ni siquiera es humano.

Es un rostro flotante e incorpóreo, con ojos blancos brillantes y dientes enormes, relucientes y puntiagudos, que acechan en la oscuridad. Y debajo está el cuerpo sin vida de tu hija de nueve años, con largas cicatrices cubiertas de sangre en todo su cuerpo. Un gran trozo de carne ha sido arrancado de su pecho. Y donde alguna vez estuvo su rostro feliz y despreocupado hay un corte largo y curvo que cruza su boca abierta y sus mejillas sonrosadas.

Una sonrisa monstruosa y malvada.

No... no puede ser... Piensas para ti mismo.

Mientras se acerca a ti con una velocidad inhumana, atraído por las luces fuera de la habitación, le disparas con todas las municiones que te quedan. Pero se sigue acercando. Con él a solo centímetros de distancia, recuerdas algo. Te lanzas hacia la puerta, apenas apartándote de su camino. Antes de que pueda ajustar su rumbo, lo cierras, sacas tu teléfono y enciendes su linterna, agitándola hacia la abominación.

Grita como un cazador satisfecho y probablemente esté a centímetros de distancia cuando arrojas el cebo hacia la ventana. Sale volando por la ventana, rompiéndola mientras desaparece en la noche. El monstruo lo persigue.

¿Como... como pudo haber llegado hasta aquí un Smiler? Ellos solo estaban en...

Y ahí fue cuando te diste cuenta.

Nunca te fuiste.

Todos tus recuerdos, todos tus amigos, incluso tus experiencias con tus hijos... todos son falsos.

Puedes escuchar pasos y armas siendo cargadas detrás de la puerta. Policía!, oyes. Abran la puerta!

¿Pero por qué abrir la puerta? No te queda nada por qué vivir.

Sollozando, miras hacia adentro del cañón. Queda una bala.

Esta bala es para ti.

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Autor original: RiverMan18

Pagina original: https://backrooms.fandom.com/wiki/Level_-399?so=search

Traducido y traído a la wiki por: Insano52